Su mirada parece recta, profunda, directa. Cuando la vi en la pantalla de la cámara, y con un buen reflejo pensé que miraba al objetivo.
Ya en el monitor me di cuenta de que no, y por más que me situo a su lado, no consigo intuir a donde se dirigían sus ojos.
La mayoría de personas se muestran curiosas ante la mirada del tamaño de un objetivo que, desgraciadamente, no están acostumbrados a ver, (y pfff...este es un EF-S 18-55.).
Así, su curiosidad se aviva, y aprovechan para mirarlo con una profundidad mayor que cuando la hacen directamente a los ojos humanos..
En una esquina importante para muchos e insignificantes para pocos, con un cartel que humillaba a la reprografía (que no pude sacar, pero creo que no hace mucha falta) ,situada enfrente de una prepotente torre, pedía limosna; a 20 metros de allí, de unas enormes oficinas del banco mas importante de españa.
